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¿Qué hace un árbitro de fútbol? Te lo contamos

Trabajar como árbitro de fútbol no es sencillo, pero al mismo tiempo puede ser una carrera profesional de éxito con la que sentirse totalmente realizado. Y es que para que el fútbol sea el deporte rey, además de jugadores y entrenadores que pongan el espectáculo, hace falta un árbitro que ponga orden sobre el terreno de juego.

Aunque es una figura que se convierte en la diana de las críticas de aficionados cuando su equipo pierde, la realidad es que desempeña un papel fundamental en el correcto funcionamiento de cada partido.

Cómo arbitrar un partido de fútbol

El primer requisito para ser un árbitro de éxito es conocer el reglamento. A pesar de que todos conocemos las reglas básicas, una de las características principales del colegiado es dominar las reglas y saber interpretarlas. Esto último es crucial a la hora de convertirse en un árbitro de élite, ya que gestionar las decisiones más comprometidas en base a un criterio justo y consistente es lo que diferencias a los árbitros top.

Si bien es cierto que la mayoría de árbitros combina esta actividad con otro trabajo, la realidad es que la exigencia es máxima a nivel profesional, y por eso la preparación física y psicológica son tan importantes. Para seguir el ritmo de un partido de Primera División o Champions League, el árbitro debe correr arriba y abajo para estar cerca de cada acción y aumentar sus probabilidades de acierto. Por ello, al igual que los jugadores, deben estar en plena forma para que su rendimiento no se resienta.

Ser un buen árbitro de fútbol no solo consiste en sacar tarjetas amarillas y rojas cuando toca, sino también gestionar el comportamiento de los jugadores, que van a muchas más revoluciones, y contribuir a que el exceso de intensidad no sea contraproducente para el espectáculo.

Lo que hace un árbitro de fútbol al detalle

Las normas están para cumplirlas y sirven para contener la agresividad dentro de unos límites asumibles. Está claro que el fútbol es un deporte en el que tiene que haber contacto físico, pero siempre preservando la integridad de los jugadores, y por eso el árbitro suele ser más estricto en los primeros minutos de juego, ya que así se establece un criterio menos permisivo para que la intensidad no se convierta en violencia.

Para llegar a ser uno de los mejores árbitros del mundo, lo más recomendable es adquirir unos conocimientos teóricos primero y estudiar cómo se comportan los profesionales. Para ello, no hay nada como ir a un estadio y presenciar en vivo cómo se mueve el colegiado los 90 minutos. Por lo general, en televisión no siempre aparece en plano, así que si realmente quieres dar un salto cualitativo en tu formación, debes fijarte en los mejores y formarte.

El Comité Técnico de Árbitros es el encargado de analizar y evaluar la capacidad de cada árbitro para ejercer en una división u otra. A pesar de las dificultades, es evidente que se trata de una profesión con un gran atractivo, ¡anímate!