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Técnicas de fisioterapia para futbolistas

Es habitual encontrarnos en las portadas de los periódicos deportivos la indeseada noticia de la lesión de un jugador durante su actividad deportiva. La importancia de la recuperación del jugador es crucial y pasa por la presencia de un equipo multidisciplinar formado entre otros por la figura del fisioterapeuta.

Una vez diagnosticada la lesión, propondremos un objetivo de tratamiento con técnicas fisioterápicas que variarán teniendo en cuenta también la gravedad de la lesión.

Electroterapia, destinada al tratamiento de lesiones a través de la electricidad. Entre ellas encontramos todo tipo de corrientes analgésicas, anti-inflamatorias, ultrasonido, láser, onda corta, magnetoterapia, termoterapia-crioterapia con el objetivo de aliviar el dolor, reducir la inflamación, regenerar la zona dañada y ayudar a la recuperación.

Uno de los equipo de hipertermia que más se usa en deportistas es INDIBA®, su aplicación produce un aumento de temperatura en el cuerpo, favoreciendo la vascularización y por tanto la oxigenación de los tejidos, lo que favorecerá la micro-nutrición y acelera los procesos de regeneración celular. Otro tratamiento efectivo y muy utilizado en el ámbito deportivo son las ondas de choque, para el tratamiento tanto de las lesiones agudas como crónicas, por su efecto en los tejidos blandos con un fin regenerador favoreciendo el regreso del jugador más rápido.

Otra de las técnicas más demandada es la EPI® (electrolisis percutánea intratisular), que consiste en la introducción de una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura, produciendo un proceso inflamatorio local con el fin de recuperar el tejido blando afectado.

Terapia manual: masoterapia , stretching, diversas técnicas osteopáticas, tratamiento miofascial, punción seca para el tratamiento de puntos gatillo, etc…

Muy conocido es también el vendaje neuromuscular ( tiras de colores que vemos en los futbolistas ), que dependiendo de su aplicación tendrá un efecto u otro, entre ellos: mejorar la contracción del músculo debilitado, aliviar dolor, mejorar la circulación y reducir inflamación, así como capacidad para estimular el sistema propioceptivo de la zona donde se aplica.