Una de las claves para obtener alto rendimiento en fútbol, y en cualquier deporte, es la dieta sana y equilibrada. Se suele hablar de lo importante que es hidratarse durante la práctica con agua y bebidas isotónicas, pero mantener el cuerpo bien alimentado es la gasolina perfecta para rendir en el campo.
Al jugar a fútbol se quema mucha energía, ya que los jugadores recorren varios kilómetros tanto en los partidos como en las sesiones de entrenamiento, de manera que deberán seguir una alimentación equilibrada, limitando al máximo los caprichos.
De hecho, ya se ha implantado en el fútbol de élite la figura del nutricionista, que se encarga de preparar una dieta personalizada para cada jugador dependiendo de las características físicas y el uso que se les da sobre el terreno de juego.
¿Qué hay en la dieta de un futbolista?
Aunque ya decimos que se suele adaptar la alimentación especialmente al más alto nivel, existen algunos nutrientes comunes para todos:
- Hidratos de carbono: se trata de la fuente de energía más común, y suele suponer el 50% del total de calorías de la dieta. Por eso es muy común ver que los futbolistas se alimentan principalmente de pasta y arroz, aunque también aparece en otros alimentos como yogures o frutas.
- Proteínas: sin duda, uno de los sustentos clave para la masa muscular de los futbolistas. Además de en alimentos tan comunes como la carne, el huevo o los cereales, en los últimos años ha proliferado el consumo de batidos de proteínas, especialmente diseñados para los momentos posteriores al ejercicio físico.
- Vitaminas: en este caso, el consumo de vitaminas no difiere del habitual en una persona normal. Lógicamente, es importante incorporarlas a la dieta para mantenerse en niveles. Puede haber casos de futbolistas en los que se recomienden los suplementos vitamínicos.
- Grasas: otra de las fuentes de energía para los futbolistas, que deberán ingerir grasas sin caer en el exceso para no aumentar de peso. Se recomiendan los frutos secos porque son muy sanos y evitar picar entre horas otros alimentos menos asimilable. De todos modos, en los platos principales también encontramos grasas animales (pescado o carne).
¿Cómo es un menú habitual?
Aunque no hay una estructura fija ni deben mantenerse siempre los mismos horarios, la realidad nos dice que mantener unos hábitos alimenticios de forma regular ayuda a cumplir los objetivos de la dieta. Por ejemplo, aquí tenemos una pauta de las que podrían ser las 5 comidas recomendadas para un futbolista:
- Desayuno: como se suele decir, la comida más importante del día. Lógicamente, evitar bollería y optar por alimentos más limpios como la fruta o los cereales. Se pueden complementar con leche o café.
- Almuerzo: a media mañana, para mantener el cuerpo con energía, un zumo será una fuente excelente de vitaminas, o una pieza de fruta si no se ha comido en el desayuno.
- Comida: aquí hay un poco más de variedad, pero se recomiendan dos platos (arroz, pasta o legumbres de primero; pescado o carne de segundo), una guarnición (verduras) y postre (yogur o fruta).
- Merienda: otro de los momentos en los que se debe evitar «pecar». Los mencionados frutos secos son el aliado perfecto.
- Cena: por último, no comer demasiado antes de ir a la cama. Una ensalada completa y una pieza de fruta son perfectas para finalizar el día de forma sana.