La posición de portero es una de las más importantes del terreno de juego. Sin duda, es la labor más desagradecida, ya que un portero de fútbol suele ser el primer blanco de las críticas junto al entrenador cuando las cosas van mal, mientras que dejar la portería a cero suele pasar desapercibido.
Por ello, la preparación que deben tener los guardametas es lo suficientemente compleja como para no trabajar específicamente. En ese sentido, en un entrenamiento de fútbol tradicional estarán mezclados con los jugadores de otras posiciones en muchas fases, pero también realizarán ejercicios específicos para mejorar su efectividad bajo los palos.
El trabajo de entrenador de porteros
El entrenador de porteros tiene la función de optimizar diferentes características evitar el número de goles. Aunque parezca fácil decirlo, la agilidad, los reflejos o el tiempo de reacción son conceptos para los que se utilizan métodos avanzados de entrenamiento. Por ello, aunque también tienen un conocimiento del desarrollo del juego en general en otras parcelas del campo, el entrenador de porteros se centra únicamente en esta figura.
Una de las características clave para un portero de fútbol es la velocidad de reacción. De nada sirve estar en un estado de forma perfecto y una gran agilidad si no se toman decisiones con rapidez. La velocidad con la que juegan tipos como Messi, Ronaldo o Mbappé hace que el portero deba anticiparse lo máximo posible o reaccione en el momento exacto en que el delantero dispara.
Eso no solo se trabaja sobre el terreno de juego, sino que se hace una extensa labor de scouting para presentar al jugador una serie de vídeos sobre rivales en los que se analizan tendencias y preferencias para anticiparse y tener cierto margen a la hora de tomar las decisiones correctas. Esto, que también aplica al resto de posiciones, es fundamental para el éxito de los porteros, y cobra especial relevancia en los lanzamientos de penalti, donde el guardameta siempre va un paso por detrás.
¿Se puede mejorar como portero?
Tradicionalmente se ha pensado que los porteros son unos especímenes raros y especiales que nacen con un don especial para ponerse bajo palos. Si bien es cierto que existe un componente de talento natural para ejercer las funciones de arquero, igual que las tenía Pelé para marcar goles o Maradona para regatear, si uno quiere mejorar como portero debe entrenar a diario para aumentar sus prestaciones.
Si bien es cierto que en las categorías inferiores el trabajo específico es de menor volumen, especialmente si no se trata de equipos de alto nivel, existen una serie de rutinas que se pueden introducir en el trabajo diario. En Internet y YouTube se pueden encontrar vídeos didácticos que muestran cómo se entrenan los porteros profesionales: con pelotas de tenis, globos, vendas en los ojos, gomas para limitar los movimientos, etc.
Sin duda, la formación de los entrenadores de porteros es crucial para sacar el mayor rendimiento posible a unos jugadores tan específicos. La especialización es clave y cada vez existen más medios para aprender metodología que cubra eficientemente estas funciones.