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¿Cuánto por un gol?

Sé que hablar de esto tendrá sus consecuencias porqué toca la fibra sensible, pero solo es mi opinión, nada más.

Seguro que en algún foro, alguna vez, han oído alguna de estas frases –lo pondré suave-:

“Con lo que gana ese futbolista y lo vago que es”.

“No entiendo cómo por un futbolista pagan millones de euros y la gente muriéndose de hambre”

Pues verás; a pesar de que a mí me duele tanto como a cualquiera que en este mundo haya tanta gente pasándolo mal económicamente y que haya otros con tanto de sobra, la cuestión es que ese problema no tiene nada que ver con el negocio del fútbol y si más bien con la gestión de la legión de políticos y estadistas que gobiernan este mundo y que carecen de total ética humana.

Un futbolista vale 100 millones de euros por una razón:

Porque hay un club –empresa, no lo olvides– que puede pagarlo gracias a la capacidad que tiene, dicha entidad, de generar ingresos que van desde la venta de los derechos de televisión hasta el saldo de camisetas en la tienda del estadio, y todo ello financiado por el consumidor final que está viendo el partido en el bar o que acaba de regalar una camiseta de su equipo a un sobrino por su cumpleaños. O sea, tú y yo; y no porque las cualidades de ese futbolista sean tan destacadas, que tengan dicho valor.




Evidentemente, se suele destinar estas cantidades a jugadores de contrastada calidad –hay casos excepcionales– que ayudarán al equipo a ganar partidos…y dinero.

El futbolista es un producto que compra la compañía con el propósito de conseguir un rendimiento económico que puede ir con la venta revalorizada de ese producto a otra empresa (equipo) o la consecución de rédito por derechos de imagen, goles que hagan ganar dinero al club por lograr objetivos, etc…

A todo esto debemos añadir que es siempre un trato entre clubes –sociedades mercantiles– y no entre club y jugador, lo cual deja a este último fuera de la operación financiera de los equipos en la compra-venta de futbolistas.

Y un futbolista –sólo algunos– gana 10-15 millones de euros al año por esta otra razón:

Porque los genera. Y no solo los genera sino que lo hace por un número mucho mayor del que realmente percibe. Porqué, en este caso, sí que está implícito la calidad de sus artes las cuales influyen, y mucho, en el resultado económico global de la empresa. Si eres muy bueno en el campo ayudarás al equipo a ganar y si el equipo gana partidos su economía crece; estas dos circunstancia son incontestables en el fútbol.

No hay que olvidar la importancia que tiene el mercado en este negocio. Por lo general, un jugador top tiene compartido los ingresos por derecho de imagen con el club en el que juega, siendo lo más habitual que esté al 50%.

Por ejemplo, y según la revista Forbes, Cristiano Ronaldo percibió 43 millones de euros en concepto de publicidad en la temporada 14/15, en este caso, su club habría ingresado 21,5 millones solo por este jugador. Algo parecido pasa con otros jugadores de este nivel más allá de donde o como hacen luego la declaración de la renta.

Que alguien que da patadas a un balón gane tantísimo dinero no me parece horrible porque ya sabemos que hay mucho dinero moviéndose por detrás y es lógico que se lleve una parte, lo que me parece espantoso es que un cirujano cardiovascular que le salva la vida a un niño de 10 años no cobre al menos la mitad de lo que reciben las estrellas del balompié, por ejemplo.

En definitiva, el fútbol es un gran negocio con sus fondos buitres, sus evasores de impuestos, sus magnates y sus trabajadores mileuristas, pero también es pasión, alegría, deporte y la sonrisa de un niño tras un balón –a ser posible del último modelo Nike de la Liga por supuesto–.

Será que no venden batas firmadas, supongo. Aunque para indecente esta tabla a pesar de que escucho menos quejas: